Desde hace 100 años, Klasmann-Deilmann ocupa un lugar de primer orden en la industria turbera internacional, dedicando una parte importante de su actividad a la extracción y procesamiento de turba.
Klasmann-Deilmann ofrece sustratos especiales para todo tipo de cultivo: plantas jóvenes, ornamentales, arbustivas, frondosas, coníferas, hortícolas, frutícolas, etc., así como para parquización y paisajismo.
La amplia línea de sustratos Klasmann hoy cuenta con más de 480 sustratos distintos. Klasmann-Deilmann tiene un sustrato para cada necesidad específica y para cada tipo de cultivo, ya sea para enraizamiento de esquejes, enraizamiento de estacas, propagación a partir de semillas, frutales, hortícolas, florícolas, forestales, tabaco, vid, olivo, semillas sensibles a las sales, sustratos para repique o transplante, para producción de hongos, sustratos para la adaptación de plantas producidas invitro y meristema, etc.
Turba Sphagnum: La materia prima
Klasmann-Deilmann cuenta con yacimientos en todo el norte de Europa y el Báltico. Cada yacimiento provee de turbas con distintas características físicas y químicas de acuerdo al corte geológico. Por todo esto se puede decir que Klasmann tiene una amplia gama de turbas y que pueden producir un sinfín de sustratos distintos.
Los componentes más utilizados para la formulación de los sustratos Klasmann son: turba rubia, fibra de turba, turba rubia poco o medianamente descompuesta, turba negra, turba negra congelada, turba negra poco, medio o muy descompuesta, humus de corteza, arcillas especiales y algunos componentes menores como perlita, vermiculita, etc.
La combinación de estas turbas entre sí y la adecuada adición de fertilizantes y microelementos da como resultado un sinfín de sustratos distintos, aptos para cada cultivo.
Todos los sustratos vienen listos para usar, con la adecuada corrección de pH y el nivel de sales necesario para la producción que son recomendados. Además se le adicionan los microelementos necesarios para lograr el éxito del cultivo.
La turba rubia puede almacenar hasta 12 veces su propio peso (sobre materia seca) en agua. Esta enorme capacidad de retención permite un óptimo abastecimiento de agua a la planta durante largos espacios de tiempo quedando garantizado el drenaje del riego sobrante por su elevada estabilidad estructural. El drenaje adecuado permite una alta capacidad de aireación.
La turba negra, rica en ácidos húmicos, fomenta el desarrollo radicular, estabiliza el pH y la concentración de sales. Al mismo tiempo tiene la capacidad de retener agua por largos períodos.
La fibra de turba provoca un adecuado drenaje de agua que provee de un sistema de poros de gran diámetro que proporciona la estabilidad estructural necesaria.
El humus de corteza es el encargado de amortiguar las oscilaciones en el pH y el contenido de sales.